El clima organizacional se ha definido como “una situación y sus vínculos con los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los miembros de la organización”.
Es un conjunto de características que definen a la organización distinguiéndola de otra, la calidez de un clima organizacional favorable perdura en el tiempo e influye en el comportamiento del colaborador de manera positiva. En caso contrario, deteriora relaciones y disminuye la productividad del recurso humano.
Para analizar el clima organizacional de una empresa se mide la facilidad y apoyo al liderazgo; el espíritu profesional y organizativo; la cantidad de conflictos y ambigüedad, así como la cooperación, amabilidad del equipo de trabajo; permitiendo la fluidez de la ejecución de los procesos estratégicos, misionales y de apoyo.
Otros autores definen el apoyo del supervisor o jefe inmediato como dimensión importante del clima organizacional, lo que se refleja en un reconocimiento y la meritocracia.
Resulta importante analizar las decisiones, las mismas que se miden por la justicia organizacional, uno de los factores importante para el perfeccionamiento del clima organizacional, esto quiere decir que se debe evitar en algunos casos la sobrecarga e importancia laboral a algunos colaboradores, para que no se sientan o preferidos o rezagados.
La inclusión organizacional, permite medir los niveles de participación de los colaboradores en la toma de decisiones, para ello es importante brindar un acceso a la información y soporte en los recursos para la mejora de su desempeño.
Pueden darse situaciones particulares en las organizaciones, como el clima solidario, cuyo interés natural es el conjunto de trabajadores, basado en la bondad y candidez; también puede presentarse la figura de un clima de independencia, donde los colaboradores utilizan su criterio personal que puede estar orientado a hacer bien o mal cada una de las actividades.
El clima de la eficiencia es la que se centra en los intereses de la organización como el crecimiento compartido y en conjunto; y otro totalmente opuesto es el clima instrumental, donde el colaborador actúa en función de sus propios intereses, disminuyendo la proactividad de otros colaboradores, por ende, de la organización en su conjunto.
El clima profesional, se concentra en lo ético, sucede cuando los colaboradores están muy apegados al cumplimiento de normas, principios y leyes emitidas por la organización o el estado, impidiendo el desarrollo de un clima organizacional autónomo. Tener un buen clima organizacional, rodea a la empresa de colaboradores felices y motivados, con rendimiento óptimo, generando rentabilidad y crecimiento.