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El pueblo Shipibo-Konibo es uno de los pueblos originarios del Perú, perteneciente a la familia lingüística Pano, cuyo idioma es reconocido por el Ministerio de Educación peruano como lengua amazónica y con la creación de escuelas de Educación Intercultural Bilingüe. El pueblo Shipibo-Konibo se ubica en la región de Ucayali, como lugar geográfico central, aunque se encuentra distribuido en otras regiones del país. Principalmente, están asentados en las riberas del río Ucayali. Sin embargo, en la ciudad de Pucallpa, a media hora del distrito de Yarinacocha, se encuentra la histórica comunidad Shipibo-Konibo de San Francisco, en el margen izquierdo de la Laguna de Yarinacocha. La comunidad de San Francisco es considerada la capital del pueblo Shipibo-Konibo por tener más de 1000 habitantes. Hay mucha literatura del pueblo Shipibo-Konibo publicada sobre diferentes aspectos: antropología, Ayahuasca, chamanismo, Educación Intercultural Bilingüe, literatura, problemáticas sociales vinculadas al territorio, ecología, arte Kené, los Ícaros.
Actualmente, atraviesan una crisis interna, por cuestiones relacionadas al cultivo del aceite de palma en la comunidad Shipibo-Konibo de San Francisco y su relación con las empresas que lideran dicho producto en el mercado. Este hecho genera conflictos al interior de la junta directiva, de la asamblea y de los integrantes de la comunidad Shipibo de San Francisco, haciendo que se cuestionen la alteración de sus tradiciones y su modus vivendi en la actualidad, entre otros factores que desconozco. Desde mi posición personal, lo que podría opinar es el cuestionamiento del aceite de palma desde el punto de vista nutritivo para la salud del individuo y, por tanto, para la salud pública. Es desde la mirada de la antropología aplicada a la salud y el desarrollo comunitario que los animaría a investigar y a consultar con especialistas sobre la calidad del aceite de palma como consumo humano, sin descuidar la situación territorial y sociocultural de cultivar el aceite de palma en la comunidad.
El motivo de este escrito es presentar mi experiencia con Celinda y Fredy, madre e hijo, Maestros de ceremonia de Ayahuasca en su centro denominado SAMA NETE. No voy a presentar en profundidad mi experiencia personal con las tres tomas de Ayahuasca realizadas, y no es la idea de expresar una experiencia fenomenológica que, por otro lado, las redes sociales abundan en todo tipo de testimonio y perspectivas con relación a ello, incluso como una moda comercial en estos últimos años y con mucha literatura que hay que filtrar. Hace unos años, mientras daba una charla virtual sobre arte e interculturalidad, un antropólogo peruano me mencionaba el término shipibomanía en los últimos tiempos. Quizá, esta fase personal, la pueda mostrar más adelante si continúo en esta línea de trabajo con mayor profundidad y extensión en el tiempo. De igual manera, compartiré la descripción básica de la primera ceremonia de Ayahuasca. La experiencia a la que me refiero es en el contexto de cómo he llegado a SAMA NETE y como organizo los datos de observación, vivenciales, de conversación, los datos recogidos y vivenciados durante 10 días, generando con ello un intento de descripción, categorización e interpretación de SAMA NETE desde la antropología médica y la psicología dinámica. Podríamos considerar este escrito como una fase preliminar exploratoria de una posible investigación a futuro desde la integración interdisciplinar mencionada anteriormente. De antemano repetir, que ya hay una cantidad considerable de investigaciones de diversa índole en el campo del chamanismo, de la Ayahuasca y del pueblo Shipibo-Konibo, desde la psicología, la terapéutica, la medicina, la etnobotánica, la clínica, la antropología. Sería para mí, mi aporte a Celinda y Fredy de manera personal en el contexto del centro SAMA NETE y de la tradición Shipibo-Konibo; mi aporte a la literatura ya publicada, desde los estudios clásicos hasta la actualidad, basado en mi experiencia personal, etnográfica y académica. Por limitaciones de espacio, no saldrá toda la información detallada, sino concentrada a manera de síntesis en la descripción, la categorización y la interpretación. Quedamos para otra ocasión un artículo sobre la antropología del arte con los Ícaros y los diseños Kené.
Como antecedente, hay que decir que SAMA NETE está constituida como empresa formalizada, con una proyección pública a través de su página web (https://samanete.com), cuya administración la lleva una persona de E.E.U.U. que colabora con la familia Shipibo en su labor de seguir la tradición de la medicina ancestral. Desde aquí, ya decimos antropológicamente, que refleja el cambio cultural insertado en los tiempos actuales y vinculados a los cambios sociales, económicos y culturales de esta época.
El punto de partida para que llegue a SAMA NETE ha sido en calidad de asesor externo y de amistad con la hija de Celinda y su esposo, con los cuales llevo una relación amical y académica durante los últimos cinco años en el contexto de la Educación Intercultural Bilingüe ligado al grupo étnico ashaninka en Sampantuari, Kimbiri, Cuzco. En ese tránsito temporal se han ido dando las condiciones para que pueda aperturarme a la cultura Shipibo-Konibo, dada también mi ubicación geográfica en los Andes centrales, Huamanga, y la distancia que hay hasta llegar a la selva baja, a la Amazonía peruana, Pucallpa-Yarinacocha. Por lo tanto, la situación se ha dado en un contexto de visita familiar en calidad de conocer la labor que Celinda lleva a cabo como Maestra de Ayahuasca y heredera de la medicina tradicional Shipibo, no como paciente o cliente. Desde la cosmovisión Shipibo, la Maestra Celinda ya tenía conocimiento de mi por parte de su hija, visionando mi persona en la distancia a través de las energías. Como me relata José cuando retorné a Huamanga: “tus energías se adelantan antes de que tú vayas en físico y la Mamá Celinda ya te está conociendo que tipo de persona viene, cuando nos hemos comunicado con ella antes, ya tiene información de ti y ya empieza a ver”. En esta labor le acompaña como discípulo, Maestro y heredero de la tradición su hijo Fredy. La formalización de SAMA NETE como empresa y centro de sanación o medicina ancestral es parte del proceso de adaptación a las necesidades actuales en el contexto de la globalización, los medios de comunicación, la cercanía a la ciudad de Pucallpa y, sobre todo, el interés de personas extranjeras y turistas que vienen en búsqueda de respuestas a sus males, necesidades emocionales, físicas, existenciales, espirituales. Mi rol transitaría entre la amistad y la confianza familiar, valor fundamental, vinculado al interés antropológico, médico y psicológico de conocer otros sistemas de salud etnomédicos y otros grupos étnicos en su contexto sociocultural y geográfico. Como antecedentes, ya había tomado Ayahuasca dos veces en el año 2006, con 26 años, en el norte de la Sierra de Gata, Cáceres, España, siendo estudiante de psicología en la Universidad de Salamanca. En el año 2012, hice otra toma en Colombia, en el Alto Putumayo, con la etnia Kamsá, donde a la Ayahuasca se le denomina Yagé y al Maestro, Tayta (https://www.aldia.unah.edu.pe/toma-de-yage-tigre-yage-cielo-en-la-vereda-de-tamabioy-de-la-etnia-kamsa-del-alto-putumayo-colombia/). En el año 2017, hice otra toma en Huamanga, con una Maestra Shipibo, invitado personalmente por su sobrina. El significado generalizado de Ayahuasca es “soga de los muertos”, proveniente del idioma quechua. Tiene más relación semántica como “liana del espíritu”, en el sentido de que la planta te conecta con las partes más inconscientes de tu psiquis o su espíritu se conecta con tu Yo-Ser. Su nombre científico es Banisteriopsis caapi. Para que la planta haga efecto en la ceremonia, se mezcla con las hojas de un arbusto llamado Chacruna, cuyo nombre científico es Psychotria viridis.
DESCRIPCIÓN DE LA CEREMONIA DE AYAHUASCA
Realicé tres tomas ceremoniales de Ayahuasca. Cada una ha sido distinta y tiene una correlación con la anterior. Para efectos de este escrito primerizo en el campo de la antropología médica de la Ayahuasca, presento la descripción de la primera ceremonia de Ayahuasca como sujeto experimental y observador participante. Hay más información descrita aparte de lo presentado; otra información por describir en base a lo recordado y lo ya registrado. Quizá, lo más importante, es que mucha más información no quedó registrada por ser una experiencia difícil de apresar cognitivamente y en la memoria en un instante. Aquí partiríamos de una paradoja o contradicción académica-vivencial. La experiencia subjetiva entra en fricción cognitiva con el racionalismo académico al querer comunicarlo por escrito, incluso verbalmente. Implica un proceso a largo plazo y continuo el describir, categorizar e interpretar la antropología y la psicología de la ayahuasca en su cosmovisión Shipibo-Konibo, teniendo como base mi experiencia personal como sujeto experimental participante.
PRIMERA CEREMONIA DE AYAHUASCA, JUEVES, 23 DE ENERO DE 2025
Ceremonia de Ayahuasca con Celinda y Fredy el miércoles 22 de enero de 2025. José me vino a buscar a las 9 pm para acudir a la sala de la ceremonia. La forma de comunicármelo fue pidiéndome permiso, ¿vas a participar de la ceremonia?, ¿vas a tomar? Respondí: Si. José continúa: te están esperando, vas a la sala y entras que ya están allí. Al instante me alisté y caminé hacia la sala de la ceremonia con la linterna del celular. Llegué a la puerta y toqué. Celinda me habla desde la oscuridad de la sala: pasa Cástor. Me quité las sandalias en la puerta, entré y Celinda me ubicó en una colchoneta al lado derecho de la puerta: siéntate aquí. La sala es la habitación contigua a la cocina comedor que está en la parte de adelante, sin comunicación y con entradas independientes. Me senté en la colchoneta y vi que frente a mí había una chica para hacer la toma. Solo estábamos los dos. La chica había llegado el día uno de enero. Estaba en proceso de terminar su mes de tratamiento. Ya había pasado la purga, la dieta con Marusha y había realizado varias tomas interdiarias como parte de su tratamiento. Me trajeron un pequeño balde de plástico por si lo necesitaba durante el efecto de la ayahuasca para los vómitos. Fredy estaba a mi lado. Celinda estaba al lado de la chica. Y ambos estábamos uno enfrente del otro. La luz estaba apagada. Esperamos un rato en silencio. La sensación era de entrar en un estado fisiológico y mental de relajación. Ya llevaba dos días descansando y se había iniciado el proceso de desconexión de los Andes conectándome a la Amazonía. El estar en el entorno de SAMA NETE, sin ruidos, sin mucha comunicación, el cuerpo y el cerebro va calmándose de donde uno viene, reduciendo la estimulación que uno trae de otro lugar. Las ceremonias suelen empezar a las 9:00 de la noche. En esta ocasión empezamos la ceremonia como a las 9:30 pm por que se escuchaba música en el entorno de la comunidad. Fredy se levantó y fue hacia la chica para darle la toma en un vaso pequeño. Tenía la medicina en una botella de plástico. La botella estaba menos de la mitad. Le sirvió la dosis a la chica y después se acercó a mí a darme una pequeña toma en un vaso. El color era oscuro, el sabor espeso, amargo y con tendencia a lo desagradable, con un sabor acaramelado y grasoso. El color parecía un marrón negruzco y una tendencia rojiza oscura, muy de la tierra. Al ingerirlo, quedaba la boca algo seca y como que raspaba y se quedaba el sabor un rato en la boca como regaliz terroso intenso. Es beberte las entrañas de la planta enraizada en la tierra. Cada uno nos sentamos en nuestro lugar en silencio, esperando a que la planta hiciera su efecto. Fredy, al haber conversado en los días anteriores y saber que ya había tomado, me dice: ya sabes cómo es el efecto. Le respondí: sí. Tomé la dosis que me dio en el vaso pequeño. Era una dosis corta. Ellos trabajan así en su política interna como Maestros, solo dan una toma por cada ceremonia y no muy grande. Aunque se puede ir aumentando progresivamente según vas tomando interdiario en tu tratamiento y te vas adaptando a la dosis sin generar un viaje alucinatorio extremo y de náuseas y vómitos. Las tomas son controlables. Igualmente llegas a la cúspide de los síntomas físicos y visuales, no se extienden mucho en el tiempo. La subida es progresiva y la bajada también es progresiva. Después de un rato, poco a poco empecé a sentir un calor y hormigueo en mi cuerpo. Sutilmente comenzó a aparecer ante mi vista un velo de figuras geométricas que se movían en el espacio visual con ojos cerrados, de color verde. Líneas en diferentes direcciones y formas. Según aumentaba el efecto, los colores fueron cambiando a naranja, amarillo, rojo, azul y, como un caleidoscopio, las figuras geométricas se mutaban en diferentes formas y posiciones espaciales. Mientras tanto, mi pensamiento se concentraba en ideas principales de mi interés existencial, sin forzar. Varias veces abrí los ojos y veía las formas geométricas convertidas en el espacio tridimensional en la sala, colores naranjas, verdes, azules, tanto así, que parecía que podía caminar entre ellas y abrirme espacio con las manos. La postura corporal es estática. Volví a cerrar los ojos y las visiones se multiplicaban en intensidad de colores y diversidad de formas. Sin embargo, de manera espontánea, empecé a recordar las tomas anteriores de ayahuasca, solo las dos tomas en el año 2006 en la Sierra de Gata del norte de Cáceres, España, siendo estudiante de psicología en la Universidad de Salamanca; y la toma del año 2012 en Colombia en el Alto Putumayo con la etnia Campsá. Esta vez era diferente en mi purga física y no física, pues no he tenido ningún tipo de purga, ni vómito, ni náuseas. Ha sido una experiencia estática en el cuerpo, estable psicoemocionalmente y en tranquilidad, salvo cierto breve periodo de la intensidad del efecto que las visiones me querían envolver. A nivel visual, si hay un vuelo de la imaginación con las imágenes que aparecen sobre lo que la planta te quiere mostrar de tu vida. Corporalmente es estático, mentalmente es un viaje, un vuelo hacia el interior, es un repliegue interno. Es una dialéctica de los órganos de la percepción y de lo que se produce en el cerebro. Por un lado, hay una expansión de la conciencia a modo de estado alterado con las visiones, por otro lado, es un repliegue hacia la parte más profunda de tu Yo, tu Ser, tus memorias y tu inconsciente. Es un movimiento de acordeón, hacia fuera y hacia dentro. El parte esencial de esta primera toma ha sido mostrarme la planta o llegar a una intuición de mi estructura psíquica temperamental, me metía hacía dentro de mí, en el sentido biológico corporal, sin olvidar todo el repaso mental rápido de la existencia actual, aunque cada vez con menos importancia, o una importancia relativa. Fue como ver mi psiquis o mi Yo atrapado en este cuerpo biológico con un condicionamiento terrenal y temperamental. El efecto pasó ligeramente rápido, bajando la intensidad del efecto. Después, la Maestra Celinda, comenzó a realizar unos cantos a la chica de al lado. Al terminar con ella, me estaba echando en la colchoneta para descansar cuando Fredy, me dice: “amigo, mi mamá te va a hacer una limpieza, siéntate”. Me senté con las piernas cruzadas mirando en dirección hacia donde escuchaba la voz de Celinda en la oscuridad. Comenzó a cantar en idioma shipibo una melodía y palabras con voz baja, modulando el ritmo, la cadencia y la intensidad. Se trataba del Ícaro. En este caso, el Ícaro de la planta, el espíritu de la planta que dicta a la Maestra la canción que tiene que emitir hacía mi persona o mis cuerpos en son de una limpieza o tratamiento. Al estar concentrado en el sonido femenino, con voz a modo de susurro y a modo de una canción de cuna, que no pasaba de una octava musical, te envolvía en tu cuerpo y tu mente, siendo agradable y adquiriendo un estado de armonía y calma. Después de un rato terminó. También fumaba Mapacho y sentía el humo que llegaba a mi desde el otro lado. Cuando terminó me eché en la colchoneta a dormir. A los minutos Fredy me indicó que si se me había pasado el efecto que fuera a mi cuarto a descansar. Y así fue, salí de la sala, me puse las sandalias y me retiré al cuarto a descansar con la sensación y la experiencia reciente en mi memoria corporal y mental.
Miércoles-5 de febrero de 2025-Huamanga
Son las 5:39 am. Anoche llego José después de las diez y veinte de la noche. Conversamos sobre mi experiencia con Celinda y me explicó muchas cosas. No tuvimos tiempo de conversar allí al tener que retornar rápido hacia Kimbiri. Se me activaron recuerdos y emociones al conversar con José recién llegado a Huamanga y, en la noche, tuve bastantes sueños vinculados a las plantas, a la medicina convencional/natural y a la Amazonía. Me desperté con una sensación distinta. Es como si estuviera en una burbuja en los Andes. Hasta percibí que la interculturalidad de mi trabajo no se manifiesta sui generis, ya que la interculturalidad se da cuando convives y compartes con otras culturas. No solo eso, sino que la interculturalidad no es entre “culturas”, ya que la cultura es un concepto abstracto, es un constructo mental que no existe en el físico, la interculturalidad se da entre personas, las cuales, si existimos y somos, como entes concretos materiales, sin entrar en detalles determinísticos. Es como si se abriera una burbuja en los Andes. Como también en la casa se quedaba una ashaninka y me comentaba sus experiencias sobre su identidad cultural. Tenemos las mismas necesidades y problemas, bajo ropajes distintos sobre el concepto de cultura y el idioma: shipibo-ashaninka-español-quechua.
SELECCIÓN DE CONVERSACIONES Y EXPLICACIONES CON CELINDA Y FREDY
CELINDA:
C: se conecta con Marusha, pero se queda muy bueno.
I: ¿qué tiempo se usa Marusha?
C: dos meses, un mes, en dieta
I: dieta, ¿qué quiere decir?, ¿todos los días consumes la planta?
C: Si, tres días no más consumes la planta. Después ya normal
I: y los tres días ¿sin comer?
C: sin comer, solo planta, chapando, saca el líquido. Sale muy verde. Eso tomas
I: ¿cuál es su función?
C: el trauma, lo arregla
I: ¿a nivel emocional?
C: a nivel emocional, mental, físico
I: ¿todos los pacientes pasan por aquí primero?
C: pasan por acá primero. Obligatorio. Primero purgarse, después marusha tres días
I: y la purga
C: con esta planta, hierba luisa, varios vasos bebiendo, hasta que bote.
I: y de ahí que viene
C: de ahí, después de cinco días, tienes que ver su cuerpo también. Si está mal su cuerpo no va tomar ayahuasca. Si ves que ha mejorado el cuerpo ahí si empieza la toma
I: Las tomas que hace una persona que viene un mes, ¿son muchas?
C: diez veces tienes que tomar ayahuasca. Diez tomas en el mes.
I: ¿las comidas son suaves?
C: suaves, pescado, verdura, huevo, lenteja, eso no mas
FREDY:
I: La dieta ¿en qué consiste?
F: los tres primeros días, primero tienes que tomar la planta marusha. Los pacientes vienen con problemas emocionales. Los tres primeros días toman marusha. Es como si que te conecta la marusha para examinar todo tu problema. Marusha también te limpia.
EXPLICACIÓN DE FREDY A UNA PACIENTE PREVIO A LA CEREMONIA, 24-01-2025, 8:30 PM
FREDY:
F: Cada ceremonia te está conectando con la planta, fortaleciendo tus estados emocionales. Esa es la limpieza ahora en los Ícaros. Más un poco de limpieza, porque ya hay un poco. Pero ahora hay más inyección con la planta, ese es ahora el trabajo. Antes era solo sacar, sacar, sacar, limpieza, sacar, y poco a poco inyectando con la planta. Y ahora, que ya no hay más basuras, más energías malos. Entonces inyección con la planta, para que crezcas, crezcas. Así como hacen, cuando hacen, cuando venden los pollos, lo inyectan.
I: Hormonas le ponen.
F: Hormonas claro, para que sea una piernona. Así también te inyecta la medicina, para que crezca tu estado emocional, yuuuu, y para que fortalezca tu estado emocional. Esos son los ciclos hasta ahora, ¿entiendes?
Paciente: si
F: Eso lo que tu sientes, como un frío que sientes, eso es la energía de Chiri Sanango. Ese frío que sientes es como si te golpea con la energía de Chiri Sanango, para que te fortalezca, tus carnes, tus venas, tus huesos. Eso son los que fortalecen el cuerpo, no. Y entonces, ahí se va la energía de Chiri Sanango, te hace hacer fuerza como que hacer frío a ti da. Y desde ahí sube hasta tu mente, en tu emoción. Todo lo que estamos hablando y eso te va a conectar ahora en la ceremonia. Y eso tienes que concentrarte bien. Ahí vas a ver la claridad. Así es el proceso ahora. Antes cuando es un problema muy serio, serio, hasta esa altura, a veces los pacientes no sienten nada, nada. Uuu, eso son más serio, tenemos que decir.
F: Ahora te va a inyectar solo con Chiri Sanango, ya poco con Marusha. Todo con Chiri Sanango, eso es lo que te va, ¿la vez pasada lo habías visto en tu visión, no? Ser más capaz, ser más comprometido, más en actuación, más actuar que pensar. Toda esa energía te va a conectar, durante esta ceremonia
P: Ok, gracias
ESQUEMAS CATEGORIALES
Esquema aproximado sobre el proceso de la toma de Ayahuasca a nivel personal
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ESQUEMA CATEGORIAL: PSICOANÁLISIS ANCESTRAL NO HUMANO
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Esquema orientativo sobre el proceso terapéutico en SAMA NETE
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ESQUEMA CATEGORIAL
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ESQUEMA CATEGORIAL
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INTERPRETACIÓN
La ceremonia de Ayahuasca es un ritual por el que los pacientes tienen que pasar como parte del proceso terapéutico, el diagnóstico y el tratamiento. La macroestructura del ritual y del proceso terapéutico comienza en el contexto de SAMA NETE como centro y retiro abocado a la medicina ancestral Shipibo-Konibo. SAMA NETE es una empresa formalizada en el contexto actual socioeconómico, abierto al público mediante las redes de información como internet, tiene una política interna, unas normas y reglas que cumplir y seguir por parte de los pacientes. Desde la concepción Shipibo, el proceso de empatía con los pacientes, la transferencia y contratransferencia psicodinámica, se inicia a distancia en términos de la energía que puede ver la Maestra. La comunicación telefónica con el paciente antes de la llegada física a SAMA NETE, ya es un inicio del vínculo terapéutico y de establecer la confianza básica entre los pacientes y los Maestros. El diálogo y la captación de sus energías que se adelantan a SAMA NETE antes de que los pacientes lleguen en persona al centro, ya es el inicio del proceso terapéutico. Los Maestros son los agentes terapéuticos, médicos tradicionales que, a su vez, establecen un diálogo simbólico e intuitivo con las Plantas Maestras, en su propio lenguaje, en su propio modelo semiológico, estando al servicio de ellas como espíritus o elementales de la naturaleza. En una jerarquía del reino vegetal al reino humano, las Plantas Maestras son los Maestros de Celinda y Fredy, las cuales les guían en el proceso de la ceremonia, del diagnóstico y del tratamiento etnomédico tradicional. La cosmovisión Shipibo-Konibo es de carácter animista, en un diálogo con los espíritus de las plantas como elementales de la naturaleza, que poseen una sabiduría, unas memorias arquetípicas y un conocimiento ancestral con capacidades sanadoras. El espíritu de la planta actúa sobre los cuerpos energéticos de las personas, las emociones y el organismo físico. La planta Ayahuasca en combinación con la Chacruna, tiene la capacidad de aperturar la percepción de la realidad, generando un estado ampliado de consciencia y de mostrarte cosas ocultas de tu interior, vinculadas al inconsciente personal, familiar y colectivo del ser humano. Como un psicoanálisis ancestral no humano, la Ayahuasca combinada con la Chacruna, genera una desrepresión de los contenidos emocionales y vivenciales de los pacientes en la memoria a largo plazo, muchas veces traumático. Genera un proceso catártico que inicia con una sintomatología física corporal, ascendiendo a los receptores cerebrales de la percepción, visuales y auditivos, pasando por un proceso psicosomático de purga física y emocional, con vómitos, náuseas y emociones diversas. Finalmente, transitando esa experiencia, se llega al Viaje Extático o Vuelo Mágico, de carácter numinoso y trascendente, donde la planta te conecta con tu Yo-Ser y con los arquetipos del inconsciente colectivo. Ante la oscuridad física, más el efecto de las Plantas Maestras, se activa la melatonina vinculada a los procesos del dormir y el soñar, activándose la glándula pineal sobre la que emergen las visiones y el estado ampliado de consciencia y de la percepción. Es un viaje estático en el cuerpo y extático en la mente. El Ícaro, emitido con la voz humana, en su cualidad de vibración vocálica, energética y cimática, está impregnado de la fuerza espiritual de la Planta Maestra con el componente de sanación álmica, afectiva, corporal, espiritual, impactando en el campo electromagnético del paciente y en la reestructuración neuropsicológica a través de las neuronas espejo y los neurotransmisores, generando con ello una experiencia de paz, felicidad, calma y emociones positivas. Podemos comparar analógicamente el Ícaro con la frase bíblica del génesis: EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO…el sonido.
La cosmovisión Shipibo-Konibo, en el contexto de las Plantas Maestras y de la ceremonia de Ayahuasca, tiene su propio modelo explicativo sobre los procesos de salud-enfermedad-atención. Los pacientes traen consigo un itinerario terapéutico, una historia de vida y una sintomatología de diversa índole: física, emocional, traumática, energética, espíritus malignos, daño, brujería. La concepción principal de la cosmovisión Shipibo-Konibo sobre la enfermedad está relaciona a los espíritus y a un desbalance de las energías del ser humano. En casos de daño o brujería, los Maestros ven espíritus de carácter maligno, que los pacientes portan consigo en su interior generándole toda la sintomatología de pérdida de energía vital, anímica, ansiedad, malestar, estrés, depresión. Los Maestros, con el auxilio de los espíritus de las Plantas Maestras, en estos casos de espíritus malignos que visionan durante la ceremonia, entran en un combate o lucha espiritual con los espíritus que traen las personas para ser expulsados de su cuerpo. Los espíritus malignos se resisten a abandonar el nicho físico y psicomental del paciente. El Maestro entra en un proceso de transferencia-contratransferencia en los planos energéticos del mundo espiritual que absorbe o succiona los males del paciente hacia el cuerpo del Maestro con la ayuda del Mapacho y las Plantas Maestras. Posteriormente, el Maestro, tiene que expulsar de su cuerpo la energía y espíritus absorbidos del paciente hacia el exterior de la sala, en la bella oscuridad sonora de la Amazonía Peruana durante la madrugada. Es un mundo invisible de energías para el modelo racionalista y reduccionista actual, en el que se dan combates y luchas energéticas entre las concepciones morales del bien y el mal en términos de espíritus que habitan otras dimensiones. Por ejemplo, al llegar por primera vez, y en el proceso de la primera ceremonia de Ayahuasca, los Maestros de Celinda, es decir, los espíritus de las plantas le preguntaron a Celinda quién era yo y porqué había venido, qué estaba haciendo aquí. Celinda, en su diálogo con los maestros de las plantas le conversaba y le explicaba quién era y porqué había venido.
Independientemente del idioma: shipibo, ashaninka, inglés, español, la ceremonia de Ayahuasca y la Planta Maestra la podemos interpretar como un texto con un con-texto, con un lenguaje semiótico y simbólico en otro plano de la realidad que unifica a todos los idiomas humanos y que los Maestros entienden y saben comunicarse. La Planta Maestra es Maestra porque te enseña, te instruye y te muestra tu realidad de acuerdo con tu nivel de captación intuitiva de las realidades abstractas, internas, sobre tu propia vida y tus intereses y deseos. En el plano individual, personal, del paciente o persona que consume la Ayahuasca, es responsable y entra en ese mundo de lenguaje visual, espacial, temporal, intuitivo que tiene que saber estar presente. La Planta Maestra es la que te muestra y te guía en lo que necesitas, de acuerdo también a tu nivel de percepción o concentración o la meta que te hayas trazado. Los Maestros están pendiente de todos los asistentes o pacientes para evitar cualquier extremo de la situación o malestar durante la ceremonia. Aunque pienses que estás sólo, están cuidándote en un entorno ceremonial contenido. Desde un punto de vista amplio de considerar al lenguaje, la relación entre lenguaje humano y cultura es rebasada, más allá de los idiomas particulares donde se lleva a cabo esta tradición. Aunque en el plano material del ser humano, muchas veces se necesita la traducción de las palabras idiomáticas concretas para comunicar, cuando los pacientes son de otras culturas, tanto locales como extranjeras. El español, como lengua hispana universalizante, adquiere un rango amplio de comunicación entre pacientes y culturas, además del inglés. Los Ícaros son originarios en el idioma Shipibo. En este aspecto, si podemos decir que hay una cierta determinación idiomática vinculada a la cultura Shipibo, su cosmovisión y la relación de diálogo con las Plantas Maestras. Se filtran algunas palabras en castellano durante su emisión, como Medicina o Ayahuasca. Actualmente, tendría que indagar más sobre la calidad de los Ícaros de personas que lo sacan de su contexto cultural idiomático y pueden repetir mnemotécnicamente los Ícaros por grabación. La esencia fenomenológica del Ícaro es que es el espíritu de la Planta Maestra la que te dicta la canción a emitir hacia el paciente como un tratamiento de curación en base al diagnóstico que la misma Planta Maestra ya le dictó o hizo ver a la Maestra/Maestro durante la ceremonia. La enunciación del Ícaro en idioma shipibo es una melodía irregular y no muy amplia en la octava musical del DO al Si, con un significado intencionado desde el espíritu y la conciencia-atención-intención, de sanar al paciente de su mal diagnosticado. Se trata del poder de la palabra en su contexto ritual. Por ello recuerda a la frase bíblica del génesis: en el principio era el VERBO, y el verbo era DIOS.
En mi experiencia personal, la primera sensación física y emocional de estar en el lugar, SAMA NETE, es una liviandad psicofísica y emocional. La misma energía del entorno, rodeado de la vegetación selvática, aislado de la ciudad y de donde uno viene tiene un impacto terapéutico. Desde la física, se sabe que los ambientes de la naturaleza están cargados de iones negativos. El ser humano hace un intercambio electromagnético, dejando sus iones positivos vinculados al estrés y las emociones pesadas y se recarga de los iones negativos del entorno ambiental. Es una reconversión o intercambio de electrones positivos-negativos. Por otro lado, el entorno en las condiciones que se dan y con la categoría de centro de retiro ya es un contenedor emocional y físico, es una forma de generar una burbuja, aislándote de los lugares de donde uno viene. Esa distancia física y simbólica permite una evocación de la imaginación y de los procesos emocionales de la persona, que empieza a verse desde fuera como estaba actuando dentro en su diario vivir. Por otro lado, las comidas ligeras, la purga, la dieta, el estar más en silencio, con la comunicación precisa, va preparando el organismo para las varias ceremonias de Ayahuasca que uno va a realizar. La metáfora de la ceremonia de Ayahuasca es como el genio y la lámpara de Aladino. La Ayahuasca y el retiro en general es como si fuera la lámpara de Aladino. Uno está dentro de la lámpara y para que el genio sea genio tiene que estar fuera de la lámpara. Es decir, la ingesta de la Ayahuasca combinada con la Chacruna facilita que tu parte más profunda, llámese Espíritu, Ser, Yo, hace que salga de la lámpara para verlo con tu yo vigílico, desde fuera, sin perder la conciencia del estado presente. Entras en tu propio laberinto interior, guiado por el espíritu de la planta, donde atraviesas un estado alucinatorio de visiones de todos los colores y formas. Al pasar esa barrera, viene el laberinto de tu propio drama existencial, encapsulado en la memoria a largo plazo y en el constructo teórico del llamado inconsciente personal, familiar, social y colectivo.