Rene Antonio Hinojosa Benavides

El término investigación enmarca a lo más difícil y a la vez a lo más importante para un académico. Albert Einstein Decía: “Una vez que se tiene la idea bien definida, bien planteada de lo que se va a investigar, ya cuenta con un 95% de la investigación”.


Empezando con la idea de investigación, es importante traer a colación la problemática y debatirla con un asesor o mejor con un mentor, revisar literatura a través de un determinado protocolo. Plantear el problema de investigación es uno de los aspectos más difíciles de redactar, que no es más que la diferencia entre lo que es y lo que debería ser. Por cierto, no todo problema es problema de investigación, entonces en primer lugar hay que preguntarse si es o no un problema de investigación, ya que podría ser un problema económico, político, social, técnico, financiero, es decir terminar preguntándose ¿servirá para una investigación científica? o tal vez amerita más para una investigación de mercado, investigación de gestión. En segundo lugar, averiguar si hay solución conocida y a quiénes les interesa resolverlo, en qué tiempo y en dónde, cuál es su magnitud ¿se puede abordar técnica y financieramente?, (Pérez y Sandoval, 2015).

En tercer lugar, buscar la ayuda de un asesor que sea maestro, amigo, ayudante, es decir un verdadero mentor, quien evitará que la idea de investigación comulgue con lo demasiado básico, es decir que, aparte de la buena voluntad debe poseer necesariamente experiencia personal recolectada con el paso de los años, garantizada por medio de su participación internacional o nacional impartiendo y recibiendo charlas, asistiendo a congresos, publicando artículos y/o libros en el tema elegido, que acompañe y apoye la investigación desde su inicio hasta la defensa de la tesis, incluso hasta la publicación del artículo científico correspondiente.



Una vez que ya se tiene la idea, se puede utilizar la metodología FINER es decir, factible, interesante, novedoso, ético y relevante, cuantificando estos componentes para inmediatamente armar el estado del arte; motivo por el cual un investigador ya sea de pregrado o posgrado, debe saber buscar información científica e interpretar acertadamente esta información utilizando por ejemplo el buscador Google académico u otros afines a la temática elegida; la web of Science o Scopus son excelentes bases de datos, pero son de paga, aunque con acceso institucional se accede fácilmente; mientras que la Pubmed por ejemplo, es una base de datos pública entre los diversos que existen a nivel mundial, de tal manera que hoy en día ya no se puede plantear libremente la respuesta “no encuentro información del tema …” ; puede que no se encuentre información al no tener acceso a bases de datos. Para finalizar, cuando uno redacta un artículo de revisión de un determinado tema, lo repasa varias veces al buscar artículos o tesis afines para hacer el resumen, la introducción, la discusión de resultados, que ya se queda grabado en la mente, tan es así que cuando se enfrente a un determinado caso se manejará con facilidad.

 Referencia

  1. Pérez, A. y Sandoval, R. (2015). ¿Cómo formular una buena pregunta de investigación? Estructura y redacción de la pregunta de investigación. Ortho-tips, 11(2),74-78.
Un comentario en «Buscando la idea de Investigación»

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