Fuente: El País
Rene Antonio Hinojosa Benavides

Desde la llegada de los conquistadores hace más de 500 años se introdujo un modo de producción basado en la exportación de las materias primas, los indígenas fueron obligados a trabajar en las minas, muriendo de innumerables enfermedades, mientras los españoles se llevaban el oro a Europa para intercambiarlo con productos acabados de Francia e Inglaterra, sentando las bases para la revolución industrial.


Hace 200 años se declaró la independencia del Perú, pero fue solamente una independencia política, ya que el sistema productivo que se centra en explotar los recursos naturales, en especial los minerales, persistió; a ello se agregó otro modo de producción basado también en recursos naturales, la pesca, una pesca poco salvaje que enriqueció muchas familias, pero con el correr de los años empobreció muchos lugares que fueron centros de operaciones, los cuales ahora son inhabitables.

Cuando nos damos una vuelta inopinada por las zonas rurales de nuestro país, encontramos a nuestros paisanos que se esconden de las cámaras, niños y adultos le siguen teniendo miedo a la foto, pues esto es producto de un país con poca ciencia, producto del bicentenario de dependencia tecnológica; de igual modo cuando salimos a nuestras calles, encontramos fácilmente a una niña cargando un bebe en la espalda tratando de vender caramelos y cigarrillos para sobrevivir, y de pasada recibiendo algunos insultos y burlas de nuestros propios compatriotas.


Esa es la situación en la que nos encontramos, pese a que en 1984 un grupo de científicos peruanos iniciaron la cruzada por la ciencia en el Perú, conscientes que la investigación lleva al desarrollo; sin embargo, hasta ahora no hay cambios sustanciales.


Fuente: Gaceta Constitucional

La tecnología para nada está considerada en el sistema educativo, los gobiernos de turno no le prestan atención a la educación científica y tecnológica, y esto sigue generando pobreza, y al mismo tiempo hace que la producción científica y tecnológica en nuestro país, esté decayendo cada vez más, a tal punto que al 2020, en Latinoamérica estamos en la cola desde el 2017 por debajo de Ecuador.

Esta dependencia tecnológica y científica también nos pone dentro de la población vulnerable y de alto riesgo ante situaciones problemáticas como la COVID-19, todo por falta de ciencia, que está muy por fuera de nuestro país, que es la que produce las vacunas y equipos contra el coronavirus, mientras en nuestro territorio tratamos de curarnos a base de hierbas y sin saneamiento, ciertamente los peruanos luchamos solos contra el SARS-CoV-2.

Sin embargo, ciencia no solamente se trata de equipos o de laboratorios complejos, sino también abarca la educación científica, que en el Perú es casi nula. Los pocos científicos que quedan en Perú tratan de hacer lo que pueden, como el Ing. José Luis Mantari de la UNI quien ha producido un casco oxigenador que disminuye la probabilidad de los pacientes de llegar a las camas UCI. A puertas de cumplir 200 años de nuestra independencia política estamos viendo que no será real sino se llega a conseguir la independencia científica y tecnológica.

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