Fuente: Tu Amawta
Día Internacional de los Pueblos Indígenas en el Perú | Tu Amawta
La hegemonía mundial trae consigo una cultura universal preponderante y deja de lado manifestaciones internas de tradiciones, costumbres que perviven en el tiempo. Estas manifestaciones culturales custodiarán en esta coyuntura, luchando con la avalancha nuclear de superposición de progresos que manifiestan su etnocentrismo.
La enseñanza básica y superior juegan un partido aparte en la forma de concebir la realidad; otros revelan abiertamente la defensa de las costumbres tradicionales que se arrinconan tan conservadores vanos sin norte. Mientras la otra parte, desmerece la tradición y apuesta asumir la avalancha de la modernidad que galopa sin tregua, sintiéndose liberales. Los defensores de la tradición muy buenos para runrunear; porque, a la par apuestan por la modernidad en su vida personal.
Estos runruneados de corral ventilan su desazón ensayando símil con otros países, universidades, culturas, lenguas, conocimiento; pero son defensores de la tradición andina. Adelantan opiniones de la cultura andina sin haber convivido y adentrado a su modus vivendi, siendo importante respetar la idiosincrasia de los pueblos andinos sin antejuicio.
Los pobladores aborígenes, autóctonos, quechuas, aimaras y otras; no necesitan una opinión ajena a su forma de vivir. Existe una lucha constante para sobrellevar la carga del adelanto de opinión con misericordia, pero en el fondo desean desatar de plano su condición de aborigen y andino. La sociedad, desde el estado dominado por la clase política y económica, construye arquetipos ajenos a la tradición real de los que viven en los andes. Estas manifestaciones de rechazo a los arquetipos construidos por otros, de los otros para otros; genera rechazo en adelantar opiniones sobre estudios tradicionales de los pueblos. La investigación basada en las tradiciones culturales, sirve de salida para generar un cambio social.
La pugna por salir, abandonar, deshacerse, despercudirse como poblador aldeano, es su urgencia; si no fuera así no habría la necesidad de migrar, emigrar por motivos diversos que justifiquen la salida diplomática sin sospechas. El arraigo social de cualquier ciudadano es una forma natural de expresarse en la vida cotidiana; ahí están el arte, la música, costumbres y tradiciones, lo cual no significa vivir en el ostracismo y otros adelanten su opinión por ellos. La coyuntura y circunstancias actuales, genera preocupación por los andinos, del sur, que tienen costumbres irreconciliables con la modernidad, lo cual es completamente falso. Solo es una forma sutil de menospreciar la condición humana para justificar la ineptitud de interrelación con el otro.