“La cultura es el camino que hace nobles a los pueblos.” – Voces de Ayacucho. El Instituto Nacional de Cultura de Ayacucho emite la Resolución Directoral N° 005, declarando el 6 de noviembre de cada año como el Día de la Canción Folklórica Ayacuchana,
y el Instituto Nacional de Cultura, ratifica la Resolución emitida en Ayacucho, de esa manera, se expide la Resolución Jefatural N°606 del 12 de octubre de 1988, reconociendo el meritorio aporte del desaparecido profesor Nery García Zárate conocido como “El Pajarillo”, un gran cultor y difusor de la música y canciones de esa emblemática región del sur peruano, quien falleció en esa fecha en 1980, por lo que, se declara el 06 de noviembre como Día de la Canción Folklórica Ayacuchana.
El Gobierno Regional de Ayacucho le rinde tributo a la música de su tierra al expresar que “es poesía hecha música y se constituye en el alimento del alma, pues en cada una de sus letras reflejan vivencias, sentimientos y etapas que marcan nuestras vidas; el amor, desamor, arraigo a nuestra madre tierra y al legado que tiene Ayacucho, donde nace el Perú”.
Para fortalecer la identidad cultural, desde el año 2014 la Comisión Académica y Artística para el estudio y la difusión de la música ayacuchana realiza el Congreso Nacional de Música Ayacuchana, en el presente año se ha llevado a cabo su sétima versión contando con la participación de grandes exponentes del arte ayacuchano.
Pilar Rojas en Bitacora precisa, la sociedad Huamanguina era famosa y distinguida no sólo por su virtuosismo en el arte de la guitarra sino por su talento en la composición de la letra y música de sus señoriales huaynos, marineras y yaravíes que vibraban en el sonar de los instrumentos de cuerda, sobre todo en la guitarra.
En esta manifestación artística se mostraba con elocuencia extraordinaria el grado de influencia que la lengua y la música quechuas habían adquirido en la alta clase señorial de Huamanga, por ello, los terratenientes se quejaban de que sus hijos aprendieran mucho más la guitarra que las letras.
Según José María Arguedas, los españoles prohibieron la guitarra entre los indios por ser un instrumento sensual y peligroso para la conservación de la inocencia de los naturales, el arpa y el violín si adquirieron carta de ciudadanía entre la población indígena.
Uno de los embajadores y máximos exponentes, que colocó en un sitial muy alto el sentir de la música ayacuchana fue Raúl García Zárate, quien paseo su arte por el mundo desde mediados de la década de los 60, década en la que también surgen los tríos, entre los que destaca el Trío Ayacucho y Voces de Huamanga.
En las décadas siguientes se estilizó el ritmo de la guitarra Ayacuchana, y sobre todo la creación de huaynos que expresan los dolores y penas de todo un pueblo víctima de la violencia irracional.
El bordón, el ritmo lento y el punteo propio de la guitarra huamanguina, identifican claramente los huaynos huamanguinos, en cuyas letras se combinan el quechua y el castellano. Los instrumentos de cuerda como el arpa, violín, charango y guitarra son los más privilegiados en Huamanga.